lunes, 22 de diciembre de 2008

Desubicado como un pie en un guante

Si, ya sé. Se dice "como chupete en el culo" pero no daba para título.
Esta nota está desubicada entre tanto garchar y poesía de quinta. De quinta de tomates. Vamos...

Esta navidad que viene, es una oportunidad mas (yo creo que Dios ya se cansó de darlas, pero nunca está demás tener esperanza) para creer.

Creer en que el amor puede volver a nacer en el corazón. Creer en que los pequeños cambios diarios que hacemos tendrán una repercusión en el tiempo y el espacio. Creer en la bondad, en la honestidad. Pero por sobre todo, creer.

Cristo, Gautama, o Buda los amigos, el Dalai Lama, los profetas, el gato salvaje... cualquiera sea la fé que profesemos, hay un día al año en que nos planteamos nuestra propia existencia, y queremos creer. Rabiosamente buscamos un motivo, una señal. Necesitamos creer en algo para seguir adelante.

Esta navidad, busquemos ese motivo antes de emborracharnos cual cuba de bar de marineros irlandeses. Busquemos eso que nos mueve a seguir adelante. Busquen, analicen, reflexionen, y encuentrenlo antes que sea tarde.

Eso sí, cuando lo encuentren, se me emborrachan bien bien hasta las tuercas.

Porque si en las fiestas falta el sexo furtivo de borrachines con cuñados/as y/o vecinas/os, y alguna que otra fellatio mientras miramos los fuegos artificiales en el patio, bueno, no sería fiesta despues de todo. Y si no estamos lo bastante ebrios para hacerlo, no arriesgaríamos ni locos la integridad física.


Aqui, un poemita al paso para cantar mientras bebemos y le miramos el culo a la suegra (o el bulto al vecino).

Borracho navideño

Botella de sidra en mano, petardo en los bolsillos
Va el borrachín caminando, gritando como tero
Grita, canta, y luego bebe
Y tira cuete en los pasillos
Y hasta tarde anda suelto, escapando al patrullero
Llega a casa y se entera que perdió los calzoncillos

El lechón frío fue una hermosa bomba nuclear
Se mezclo con el tinto vino y la cerveza maula
Un cuñado idiota abrió a las doce el champán
Y al tragar hubo reunión de burbuja y choripan
No alcanzaban los baños en aquella loca jaula
Que después nadie iba a querer limpiar

Y al acostarse la inevitable, y siempre cruel calesita
El techo que gira mas rápido que el ventilador
Cierra y abre los ojos el otrora cruel empalador
Y se pone de costado, y se arrepiente el bebedor
Y jura que nunca mas lo hará, arrepentido pecador
El 25 de diciembre a las seis, se incorpora y vomita

Quilombo familiar, caras de orto, asco y cañitas
Los chicos buscan cuetes que anoche no explotaron
Los familiares se fueron, a otras casas dormidas
Y entre rusa fría, chancho turro y demás comidas
De esa navidad, solo los malos recuerdos quedaron
Y de las flores de promesas, solo quedan las marchitas.

2 patadas en el orto:

. dijo...

En los últimos días, he estado un poco rabiosa. Con muchas ganas de gritar, que hasta he gritado sola, solo por gritar. Y me he sentido un poco bien.

Pero sigo rabiosa, y tengo ganas de retar a mi Dios, ese por el que tanto yo he creído y vivido. ¿Por qué? porque no encuentro ni una señal, ni un motivo, ni eso... eso que busco.

Y necesito ese algo para seguir adelante. Neta que lo necesito. Pero pues a ver que pasa.

Saludos.

El gato vagabundo dijo...

Maka: Ese algo, puede ser, y es solo una idea, puede ser el hecho de despertarse a la mañana.

Muchos ya no pueden cumplir ese sueño. Muchos ya no despiertan y darian todo por poder hacerlo y vivir años junto a sus seres amados.

Despertarse es maravilloso.

Besos