San Roberto Marley - Santas fumarolas Batman!

Corría entonces el año 1945, porque se le había escapado ya el 1944.

El año 1945 nunca lo pudo alcanzar, como todos los años que corren, que nunca alcanzan al anterior.

En aquel entonces en el antiguo imperio Tronchogrosso, en la isla de Yameika, mas puntualmente en el territorio de Churrazo, aparecía por primera vez Roberto.

Dice San Vicente acerca del primer encuentro con el santo, en el Art 2, inciso 4, párrafo aparte: "Apareció en el horizonte, con el sol a las espaldas. Su cuerpo era lánguido, y su cabeza desproporcionadamente grande y lanzaba bocanadas de humo. No sabíamos si era un extraterrestre, o un puesto ambulante de lupines y manices (sic). Traía una brasa en los dedos que cada tanto llevaba a su boca. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, nos dimos cuenta que traía una especie de turbante tejido y dentro de este, una especie de canutos cañetes negros, que eran en realidad su cabello"

Dice el evangelio según San Ambrosio en el Art8, Inciso 19, párrafo 4, del código penal y gol es gol, acerca de su presentación formal: "Decía llamarse Roberto, pero nosotros le pusimos Bob debido a su constante sonrisita y su incansable "guerap stendap, guerap foio rais". Nos pareció un bobina importante".

San Roberto apareció campeando una plantación de maíz, y a su paso, los granos en las mazorcas estallaban convirtiéndose en pochoclo, pororó, pururú, pipoca, pop corn o como garoncha le quieran llamar. Venía calentito el negro y ese fue su primer milagro.

Debido a la cantidad de marlos pelados que quedaron a su alrededor, fue rebautizado (otra vez) como Bob Marlo. Entonces fue llamado por los discípulos "hey, Bob marlo!".

El poeta local, Saverio Volkswagen, notó la carencia de musicalidad en aquella frase, y se le ocurrió redondearla, imaginando el concepto del círculo infinito. La frase pergeñada fue totalmente revolucionaria. Retirándole la última vocal, el nombre sonaba hacia el infinito.

"Hey Bob Marl" era repetida hasta el cansancio.

Con el mismo sistema con el cual "jamón" se convierte en "monja", San Roberto se convirtió en "ey Bob Marl ey Bob Marley Bob Marley"

Acerca de su música, leemos a San Tander Río, en el art 1, inciso 1, de la carta magna limón: "Y durante tres días y tres noches nos hostigó mental y auditivamente con una caja diabólica de sugerente forma femenina, hecha de fetas de arboles muertos y tripas tensadas de conejo Tarantini. Le pedíamos clemencia, pero solo conseguíamos renovar su entusiasmo hasta el paroxismo cuando recitaba "¡Airon, laik a laion, in zaion!. No entendíamos el idioma, pero creo que quería decir: ¡no me hinchen los kinder chocolate ahora que estoy cantando!"


Cuando vio la guitarra de antigua casa Núñez que tenía el luthier Alvar Nuñez (en aquel entonces, era la nueva casa Núñez), Roberto la tomó inmediatamente, y comenzó a rasguear unos acordes truncos, apoyando la palma contra las cuerdas para producir un sonido cortado. Desde aquel entonces se la pasó pegado a la guitarrita, mientras Alvar Nuñez le reclamaba el pago del mismo, el cual Roberto efectuó con cierta planta milagrosa que traía picada en el bolsillo derecho, y en semillas en el izquierdo.

Roberto pasó su vida tocando y sembrando. Dos acordes, 5 semillas. Así, sembró por las tierras enormes plantaciones de su fabulosa medicina, mientras sembraba en la gente sus canciones de redención.

Ese fue su segundo milagro.

Dice San Guango en su evangelio, Art de librería, Inciso 8, párrafo justificado: "Roberto sembraba esperanza, música, y las semillitas de unas plantas que te dejaban el marulo en Júpiter. Recuerdo aún cuando cosechó al atardecer la primera partida de hojas, retiró los cogollos, los picó, y los envolvió en papel."

Del tercer al septuagésimo noveno milagro, no puede realmente darse fe, ya que todos fueron relatados por sus discípulos durante las extensísimas parrandas que hacían, guitarra en mano, brownies y cigarrillos, en un evidente estado de ebriedad cannabica. Dicen que Bob caminaba por el techo, lo cual se presta a ambigüedad, ya que, por caso quien suscribe, ha caminado mas de una vez por el techo para orientar por ejemplo, la antena de TV.

Definitivamente importante en el marco de la historia, San Roberto Marley pasó por este mundo sembrando. Sembró la semilla de la conciencia por los derechos civiles, por la cultura Rastafari, y también sembró unos cuantos hijos, ya que tuvo cachorros con 9 mujeres distintas, y en algunos casos, los chicos nacían con solo dos o tres días de diferencia.


Así que persignémonos cuando predique el santo con dreadlocks por la radio.

Y oremos.



Oh San Roberto, santo verdolaga
Lleno el mate tienes de pelambre
Conjúranos el artero bajón con hambre
Aliméntanos como Chichita de Erquiaga.

Chimenea cósmica, gran Rasta
Bendice nuestras santas parrandas
Que vengan a nosotros las bandas
La magia, el buen sexo y el te canasta.

Con tu mágica cabeza melenuda
Guíalas siempre a buen puerto
Que la paz reine en nuestros eventos
Que no aparezcan reproches cruentos
No sea cosa que haya entuerto
Y la cosa se nos ponga muy peluda.

Siempre alguna gresca boluda
Aparece en el mejor momento
Para trocarse en un lamento
Y en perpetua sin ninguna duda.

Muéstranos tu paz, muéstranos tu calma
Y cúbrenos con mentol si llega el patrullero
Que siempre hay algún cana pendenciero
Esperando la ocasión para rompernos el alma.

Pero mas que nada te rogamos
No seas turro y no te ortives
En todo aspecto te imitamos
¡Pero no nos llenes de pibes!


Amen.