Historico

Mientras el forro de acá al lado expone un serio y mediocre análisis acerca de una elección que me chupa un huevo, yo gasto algunas neuronas que me dieron de vuelto en la farmacia, ayer cuando compré forros.

Ayer estuve todo el día caliente. En llamas. Desde la mañana que me venían frotando el cuerno del rinoceronte. A la tarde, empieza el jueguito macabro otra vez, con medio polvo incluído, así, disimulado, bien cubierto, mientras el nene me cagaba a trompadas los dientes y la nariz quebrada. Emociones fuertes. No me gustan. Prefiero coger y concentrarme en eso. Prefiero el festín continuado a andar picando boludeces durante el día. Prefiero dar placer por lo que estoy haciendo, antes que coger en el baño de un avión para generar adrenalina.

Cuando el pequeño Satanás se durmió por fin, me tocó concluir lo que habíamos iniciado. Pero no fué lo que esperaba.

Fue un polvito donde mi compañera asumió la posición de perro muerto en la ruta.

Esto es así:

De costado, con las patitas un poco abiertas, esperando el embate retaguardista. Eso, y a dormir.

La sensación que quedó fué la de: "Te hago el favor, y vos mañana lavas los platos".

Así no. Prefiero escurrir los pickles a mano.

Andate a lareconchadetuhermana. Amen...