Promesa

Dame una noche, y te devolveré un universo.

Con tus risas crearé las estrellas, y el cielo será un incendio de millones de llamas.

Con cada caricia crearé gigantes rojas para que me alumbren, aún en tu ausencia

Con cada marca, haré enanas blancas. Será para los demás casi imposible verlas... Pero nosotros sabremos bien donde buscarlas.

Con cada beso te crearé un quásar, eterno, que emita su haz de luz y te guíe una y otra vez, de vuelta a mi.

Con cada mirada tuya, crearé agujeros negros. Para que al cerrar los ojos, podamos caer en ellos, abrazados, sintiendo que nos comprimimos hasta ser un todo, un nada, un unico cuerpo, hasta el infinito.

Con cada abrazo, te daré un planeta. Y serás el sol donde orbiten todos juntos.

Con el sudor de tu espalda formaré galaxias. Me deslizaré suave y lento, a través de ellas, viajando por tu cuerpo eternamente.

Y cuando el universo te parezca poco, será el tiempo de tener otra noche.

Crearé universos nuevos solo pensando en tu nombre. Nebulosas, supernovas, gas y polvo, cometas, satélites, meteoritos

¡Y si hasta la vida misma puedo crearte!

Si me das un lienzo blanco. Una noche, necesito para mostrarte.

Lo demás... dejáselo a mis manos.