SANTORAL - San Benito De Camelot

Olvidemonos de las dentaduras postizas y sigamos adelante.

Don Benito Mamerto Iturzaeta era un prospero comerciante Vasco, de la pujante ciudad de Coyote Cuadripléjico, ciudad distante a 5 km de Venado Tuerto, en la provincia de Animales Tullidos.

Cierta mañana, Benito estaba parado frente a la vidriera con un trapito en una mano, y el bombero loco con cif limpiavidrios en la otra, cuando vió claramente el reflejo de una persona exactamente detrás de el.

Cuando se dió vuelta, para su asombro, no había nadie.

Benito estuvo todo el día pensando en que había sido aquello, y mientras se sentaba al borde de la cama, y se sacaba las pantuflas, vió de reojo en el espejo un movimiento.

Aterrado vio como de la dentadura postiza de su esposa Estercita, desde el vaso con agua y Corega Tabs, comenzaba a hablarle. (como verán, no puedo olvidarme facilmente de las dentaduras postizas)

- Benito, has sido un flor de atorrante hijo de puta toda tu vida, y es hora que cambies para el beneficio de la humanidad.

- ¡¡¡QUIEN CARAJO HABLA!!! - Inquirió Benito

- Soy la dentadura boludo... Que... ¿No me ves?

- ¿Es el diablo?

- No mamerto - dijo la dentadura sin animo de utilizar el segundo nombre de Benito mas que como insulto - Soy la santísima dentadura del estegosaurio del Carcarañá... te habla tu Padre.

- No entiendo...

- ¡Soy Dios boludo! ¿No escuchaste que Dios tiene formas misteriosas?

- Si...

- ¿Tonce?... ¿No puedo ser dentadura?

- Bueno... supongo que si...

- Bueh, cuchame...

Y Dios le habló durante toda la noche, de sus defectos, de milagros, de fulbo y de energía cósmica.

- Resumiendo... - dijo el tercer molar derecho - ... si te portás bien, te hago santo.

- Zzzzzzzz - respondió Benito - Zzzz zzz z zzzzzzzz...

Finalmente, la dentadura descansó.

Benito salió aquel día dormido de su casa, e hizo un par de obras de bien antes de que lo agarré el colectivo en la avenida de la esquina, el cual ni vió, ni escuchó, gracias a Dios (que le estuvo hablando boludeces toda la noche y lo dejó zombie).

Cuando la ambulancia llegó, a Benito le saltaron los dientes al pecho, y como la prótesis de Estercita en la noche anterior, se largaron a hablar con los paramédicos.

El rumor no tardó en llegar a los oídos sordos del Vaticano, que lo declaró inmediatamente santo. Y como una broma final, algún atorrante lo inscribió como nacido en la localidad de Camelot, Indonesia, para que cuando lo nombraran en los baños de hombres, todo el mundo estallara en carcajadas.

Benito, fué el unico santo hijo de puta de los que tiene registro la iglesia católica. Por eso mismo, no le han compuesto una sonora y pegadiza oración, como lo han hecho con todos los demás santos.