No sé nada de vos. De pronto dejamos de comunicarnos. Y me paraliza pensar que no estés bien, que tu silencio implique imposibilidad o falta de ganas de hablarme. Y me doy cuenta, que dependo. Dependo hasta un punto irreversible. Dependo y no depende de mí.
Y esta sensación de vacío, paralizante, es lo más parecido a lo que sentía los sábados a la tarde de mi adolescencia, cuando simplemente esperaba una señal, un llamado, un mensaje en la radio.
Y te extraño, y duele, y tiene sabor feo. Y bostezo, y me pesan los párpados, y los brazos se niegan a obedecerme. Todo yo está en huelga. Todo yo quiere saber de vos. Todo yo quiere estar cerca tuyo. Todo yo se atiene a la imposibilidad que esto implica. Todo yo está en una actitud de desidia e insurrección.
Y trato de buscar algo que me anime, que me saque de esta abulia inducida, de este coma cegador, de esta sala de terapia. Y no encuentro nada que me mueva a sonreír. No encuentro móvil que me haga escribir, no encuentro nada mas que tu ausencia.
Y la ausencia ya la conozco. Y parece perseguirme. Y ante la sola presencia de la ausencia (y vale la frase), me paralizo, y corro en silencio en el mismo lugar, como en ese sueño transpirado, como esa huida onírica que nos hace gritar. Por miedo. Por bronca. Por vaya uno a saber qué.
No necesito verte para saberlo. La necesidad de verte, de oírte, de leerte. Necesito. Y la necesidad nos lleva a esclavizarnos, a enloquecer, a pedir demencialmente. Pedir, necesitar, y la incertidumbre.
Como el futuro. Incierto. Como la necesidad, esclavizante.
Sacame de esta parálisis, de esta incertidumbre. Salvá mi alma. Salvame. O desconectá el respirador.
miércoles, 12 de noviembre de 2008
Declaración
Puteó
El gato vagabundo
a eso de las
6:28
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5 patadas en el orto:
Todo yo está en huelga: me gustó eso.
Gato, como te entiendo. Me sacaste, mas que la palabra, las sensaciones.
Se puede depender tanto de una señal? puede uno sentir mas una ausencia que la propia presencia?
a veces la vida apesta. Por suerte es solo a veces.
un beso
Naty: Todo yo fue al paro y movilizacion. Todo, por una señal de vida.
Ana: Si, se puede depender tanto. Y no creo que la vida apeste. Como decia en tu blog, es una montaña rusa. Y esto, pasará y tengo que aprender a dejarlo pasar a traves mio. Aprender. A reir, y a llorar. Todo es aprendizaje. Nada mas. Y nada menos!. Besos
Tengo un nudo en la garganta. Pero sonrío. Y estoy acá, leyéndote, acompañándote, disfrutándote. Tal vez no de la forma en que ambos hubiésemos querido, de haber podido elegir. Pero estoy. Así que necesito que tu sonrisa, tus dedos, todo vos, levanten la huelga y vuelvas a ser feliz. Sigo acá.
Anonimo: Tenemos signos vitales normales.
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