miércoles, 29 de junio de 2011

Hasta cuando

La grandisima puta madre que nos re parió.

Hoy intentaba como cada 5 minutos, conectarme al MSN, y estabas ahí. Ahí estaba tu foto y tu perfil. Y se me partió de nuevo el corazón. Decidí borrar el contacto. Y fue parecido a cuando borré el contacto de mi suegra, esa sensacion tunanta de saber que nunca mas te iba a ver conectado. Adios al gustavoarias71@hotmail.com.

A veces parece que todo esta superado. Pero no.

Nació el Nacho, el Ignacio Joaquín, y no estuviste ahí. Eras el padrino ideal. Y no vas a estar. Ya nunca mas vas a estar, mas que en mis recuerdos gloriosos.

Y entonces, esta cara de culo, y esa sensación de ahogo en el estomago.

Y no estás. Y lentamente dejamos de estar un poco todos. No estas, tío puteador.

Y se me viene a la memoria esa canción que nos hacia reír, que decía "me extingo, y no hay mas de mi y me extingo". Y ya no me causa un carajo de gracia. Ya no me hace reír. Porque, lentamente, me extingo, y no hay mas de mi, y me extingo porque ya no hay mas de vos.

Entonces me aferro a lo que queda de vos, mi maravillosa sobrina. Que no tiene la culpa, pobre, de la carencia afectiva que dejaste a tu alrededor.

A veces me gustaría poder creer en un ser superior que todo lo sabe. Porque hoy le preguntaría "hasta cuando". Hasta cuando cree que debo sentir esta miseria interior, este bombardeo, el arrase, la devastacion.

Pero vos lo sabes, y yo lo sabré algún día. No hay nada mas allá del saludo final. Solo podemos aspirar a ser inmortales en el recuerdo de los seres que amamos alguna vez.


Peligrosos Gorriones - "Me extingo"



lunes, 25 de abril de 2011

Descónfio.

- Yo desconfio de la gente que está todo el tiempo feliz...
- ...
- Y que quiere que le diga doña Berta?
- ...
- Digame... que piensa...
- Me parece que te anda haciendo falta una buena "felpeada" nene.


Yo desconfío de la gente eternamente feliz. Y de la gente que dice todo el tiempo cuanto, como y porque garcha. Y de la gente que vive eternamente triste. Y de la gente que vive todo el tiempo en una nube.


La constancia es útil en muchas cosas, menos en el alma.

Un tipo que vive feliz, es un tipo que demuestra que es incapaz de compadecerse al menos ante el sufrimiento de otros. Así también a la inversa.

Son gente que ni siquiera reparan en el mundo que les rodea. Gente que vive para si misma, y que no le interesa nada mas.

Una persona que vive eternamente feliz, está indudablemente mal del mate. Y va a terminar mal.

Un psiquiatra me dijo "es mas peligroso el que vive todo el tiempo feliz, que el que está terriblemente deprimido. El eternamente feliz es una bomba de tiempo, y ya sea porque su felicidad lo lleva a un estado de euforia donde se sabrá inmortal, o ante el menor fracaso, el tipo explota, va, y se tira por una ventana".


Yo desconfío también del eternamente enamorado, así como del eternamente defraudado.

La vida en si, es la búsqueda de un equilibrio, donde todas las emociones y todos los estados llegan a un punto donde la existencia se convierte en un transitar agradable, o mejor dicho, soportable, entre los blancos y los negros.

La gente que inclina la balanza siempre en una misma dirección, no me da confianza.


O esa gente está loca, o le oculta y miente sus emociones a quien (sea quien sea) se le pare enfrente.



Mas allá de que Berta tenga razón en lo que piensa.

lunes, 28 de febrero de 2011

Contactos sin tacto

Hay gente que no soporto mas.

Y no es que ha nacido un nuevo anacoreta, no.

Creo, bah, quiero creer, que soy un tipo con el cual se puede hablar cualquier cosa.

Pero están esos... los silenciosos. Los que nunca hablan. Pero aparecen cada tanto.

Cuando uno menos los espera, cuando uno menos los necesita, ahí le saltan a usted, desde el tejado, al grito de "¡Agua va!".

Indiscutiblemente uno los borra. Pero vuelven. Y lo hacen de la peor manera posible: anunciando el deceso de alguno de la barra, o comentandole a uno lo falaz que es la promo de la serenísima. En este punto, ya no interesa el "como". Interesa el "que". Vuelven siempre, como un billete falso, como una escupida al cielo.

Son los muertos vivos, que siempre vienen a comerle el cerebro a uno.


Y ahí se amontonan durante años, silenciosos, en el grupo de contactos. La pila de cadáveres parece interminable. Y por mas que la incendiemos a la manera vikinga, regresan desde el mas allá con un "Urgente - si no lo remites no tienes corazón".


Eliminarlos no tiene sentido. Insultarlos, tampoco. No se enteran, no se dan por aludidos, o "nos comprenden porque estamos viviendo una situación difícil". Por lo que sea, no se van.


En algún momento, esos muertos estaban vivos, y dependíamos de una palabra suya para seguir adelante. Palabra que, por supuesto, nunca llegó, y nos hizo liquidarlos para siempre.


Ahí, años después, es cuando te dicen "siempre pienso en vos".


Me parece a mi, que lo que no tuviste la necesaria valentía para decir en su momento, te lo tenes que guardar. De nada sirve decir "aquel carlito que te comiste en Rosario, un lluvioso 13 de abril del 2001, tenia una cucaracha que parecía el mocasin del gerente del banco suquia sucursal Pichincha".


No sirve. No me sirve, y no le sirve a nadie.



Todo esto para decir que estoy borrando silenciosos, y esta vez es para siempre.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Sinonimos

Petiso.
Petardo.
Pétalo.
Petitorio.
Petroleo.
Petraglia.
Peteco Carabajal.
Petunia.
Petit Suisse (Petisuí).
Petulante.
Petaca.
Petate.
Petermann.
San Petersburgo.
Peticion.
Petimetre.
Petrel.


Además de estos... ¿Conoces algúna otra forma de mencionar la escurrida de trapo?.

Dale. Iluminanos.

lunes, 26 de julio de 2010

Reversiones : El Almuerzo

Con Laura, lo hicimos de nuevo. En una nueva edición de Reversiones, escribimos una historia en común, vista con diferentes ojos.

La historia que sigue, es su maravillosa versión de los hechos. Los invito a leer mi versión en su blog.





- te tomás un taxi – esas cuatro palabras eran más que suficientes como para ponerlo alerta y eso escribió en el sms, cortito pero eficaz


te conozco nene, podrás hacerte el preocupado o el distraido pero …te conozco y sé que entendiste perfectamente mi mensaje y también sé que te encanta que te invite a almorzar en un día lluvioso como el de hoy.


Su sonrisa y la adrenalina la acompañaban por la casa a medida que iba acomodando ropa que estaba tirada por todos lados, quería que todo estuviera lo mejor posible para cuando él llegara
Un short de jean y una remera corta, el pelo suelto y la cara lavada, se miró en el espejo del baño y estuvo conforme, sabía que no necesitaba mucho más.


Las luces estaban apagadas y las cortinas corridas, y el ambiente en semi penumbra cuando escuchó girar la llave en la puerta. Lo dejó entrar y solo cuando empezó a llamarla se acercó despacio casi gateando


- Amor…llegué – dijo al entrar

Ella se mantuvo en silencio no contestó con palabras, estaba delante de él arrodillada extendiendo sus manos bajando el cierre del pantalón, todo en forma estudiada y aprendida.
Sintió el escalofrío y el pequeño temblor y cuando su boca hizo contacto con la piel y sus uñas presionaron mucho más clavándolas en las piernas.

Arqueó su espalda como una gata, se incorporó un poco y lo fue empujando suavemente hacia el sillón. Cuando lo tuvo recostado sobre el respaldo, subió despacio hasta su boca para comérsela despacio, para morderle el labio inferior al tiempo que terminaba de desnudarlo y se sentaba sobre sus piernas provocándolo con un juego de movimientos circulares que lo empapaban y lo excitaban muchísimo

Con una mano, él la sostuvo del pelo para no perderse milímetro de su boca, y con la otra la ciñó de la cintura para pegarla literalmente a su vientre.

La lluvia constante que repicaba en la ventana fue la perfecta cortina musical para acompañar el desenfreno al que se entregaron esos dos hasta que ella le puso su mano en el pecho y le dijo

- Vos quietito ahí, que yo tengo una conversación pendiente con un amigo tuyo

Ambos sabían que habían abierto una vez más la Caja de Pandora, en la penumbra de la casa los ojos de él brillaban embobados, con placer nacido de las mismas entrañas. Ella se lo devoró con perfecto conocimiento del terreno, desarmó uno a uno los pensamientos de su chico y más que nada soltó su instinto para seducirlo y arrastrarlo hacia ese vértigo que lo volvía loco


Cuando los gemidos eran casi súplicas, se separó un poco para sonreirle y verlo a los ojos, le dio un hondo beso en la boca, se paró y lo tomó de la mano haciéndole un gesto de silencio con el dedo índice apoyado en su boca. Luego lo soltó.

Dócilmente la siguió a la cocina y la vió sentarse en la mesada, alli ella lo dejó que fuera él, se reclinó apenas hacia atrás mientras hundia las manos en su pelo y mientras la lluvia hacía su parte ella se abría completamente a la pasión y se dejaba llevar. Sonaba una melodía que supo acompañar con gemidos y el nombre de él. Otra vez perdieron la nocion del tiempo y ni siquiera almorzaron.

Cuando se despidieron lo vio sonreir y hasta pudo adivinar su cara al entrar de nuevo a la oficina